FECHA: del 30 / 7 / 2020 al 30 / 8 / 2020
Olvidadas y desconocidos
Este festival nace como un evento especializado en la música antigua, no solo -aunque mayoritariamente- cristiana (programa, en ocasiones, grupos que interpretan músicas hebreas y musulmanas). Los conciertos, siempre que es posible, se realizan en los monumentos histórico-artísticos que jalonan el camino a su paso por Aragón. Como música antigua entendemos aquellas composiciones religiosas y profanas compuestas entre la edad media y el fin del barroco, e interpretadas, habitualmente, con instrumentos de época. Más de 425 formaciones y solistas han pasado por el festival desde su creación.
El Festival Internacional en el Camino de Santiago pretende cada nueva edición centrar su mirada en un tema, cuanto menos en una parte de su propuesta programática. En esta edición, bajo un común epígrafe nos centraremos en dos, pero con un común denominador: la ausencia masiva de propuestas similares de forma habitual en los festivales del ramo.
Y, ¿de qué se trata? preguntarán. Pues ahí va la apuesta: Olvidadas y desconocidos. La primera en femenino; el segundo en masculino. Y aunque ahora nos detendremos más tranquilamente a desgranar ambos términos, indicar lo que hay en común en ambos: omisión, relegación, postergación, descuido o desuso.
Ángeles Caso publicó en 2005 un ensayo titulado Las Olvidadas, una historia de mujeres creadoras. Hemos tomado este acertado título prestado para centrar la primera de nuestras apuestas: la música compuesta por mujeres en la Edad Media, el Renacimiento y el Barroco. Y digo compuesta; o sea que no se trata de fijarnos en las interpretes (que ya lo hacemos habitualmente) sino en las creadoras. Que sí, existieron y en mayor número de lo que indican las historias del arte al uso. Y muchas de ellas con un indudable valor. Lo realmente sorprendente en palabras de la mencionada autora es que “la mayor parte de esas mujeres -me refiero a las que triunfaron- acabaron siendo olvidadas por la historia.” En esta edición nos centraremos en mostrar el legado musical de un puñado de ellas: Hildegard von Bingen, Lucretia Vizzana, Maddalena Casulana, Francesca Caccini, Isabella Leonarda, Raphaella Aleotti, Mary Burwell, Elisabeth Jacquet de La Guerre y Barbara Strozzi. Estas compositoras no eran ángeles ni hechiceras sino seres humanos dotados de un talento formidable como explica Anna Beer en su reciente ensayo Armonías y suaves cantos.
En segundo están Los desconocidos. Y es que como indica J.L. Gordo “a pesar de la proximidad y de contar con las mismas raíces antropológicas y culturales, son muy pocos los españoles que conocen algo más de nuestro país vecino que el nombre de Cristiano Ronaldo o la denominación de su capital. Hemos vivido y seguimos viviendo de espaldas a ellos”. No referimos a Portugal, claro está. Y en este caso concreto a su música, de la que -más allá del fado y de la revolucionaria canción Grândola, Vila Morena de José Afonso– nada conocemos por estos lares. Y menos de sus compositores clásicos. Abundando en la celebración del 500 aniversario de la primera vuelta al mundo (Magallanes/Elcano) que comenzamos el año pasado (tres años duró la expedición) y teniendo en cuenta que el impulsor de la misma provenía de Portugal, nos centraremos en ver que ocurría musicalmente hablando en este reino vecino por aquellas épocas. Y lo haremos mediante tres conciertos y una exposición.
El resto del festival, como de costumbre, música antigua interpretada con instrumentos de época. Y como en todas las ediciones, encontraremos programas de todas las épocas, desde la edad media al barroco.